Heimito Von Doderer           Cuarenta y ocho —El asesinato de Louison Veik —dijo Botulitzky con la mirada fija en el mantel que tenía adelante— no ocurrió, […]

Heimito Von Doderer Cuarenta y cinco La doble hilera de columnas delante de la entrada para coches del antiguo palacio Albrecht se perdía en el frío del anochecer. El enorme […]

Heimito Von Doderer Cuarta parte . Cuarenta y uno La mayoría de las personas pasa su vida en las plantas intermedias de la existencia; pocos viven de manera permanente en […]

Heimito Von Doderer Treinta y siete Las paredes estaban revestidas de un tapiz oscuro y calandrado, más o menos hasta la altura del pecho. Luego había un listón; y a […]

Heimito Von Doderer Treinta y tres Tales ideas debían conducir de modo irremediable a sentimientos de venganza; y si a éstos se les ofrecía algo para agarrarse en el vacío, […]

Heimito Von Doderer Tercera parte . Treinta Pocas veces, desde luego, la nave conyugal abandona el puerto sin que tarde o temprano el duendecillo aparezca en el aparejo. Mirándolo bien, […]

Heimito Von Doderer Veintiséis Aunque parezca extraño, Conrad sólo se creía capaz de llenar y de soportar el tiempo de espera prolongado por el fallecimiento de su padre teniendo a […]

Heimito Von Doderer Veintiuno Los marcos se fueron llenando; con los contenidos que les correspondían, claro está. Con el tiempo, sin embargo, los marcos se volvieron invisibles; los contenidos ya […]