LA COCINA DEL INFIERNO: “Los ingobernables” (XI)
Fernando Morote Garcilaso de la Vega (1949) José Sabogal 11 Desde su llegada a Pompeya, el pequeño hombrecillo de semblante risueño nos había dado muestras de una sólida personalidad. Los […]
Fernando Morote Garcilaso de la Vega (1949) José Sabogal 11 Desde su llegada a Pompeya, el pequeño hombrecillo de semblante risueño nos había dado muestras de una sólida personalidad. Los […]
Fernando Morote Fuerza telúrica (1979) Milner Cajahuaringa 10 Arrastrábamos un boleto feroz. Nos podían botar a la calle como fardos inservibles, encerrar unos días en las mazmorras de los rayas […]
Fernando Morote Bismarck en Barranco-Carlos Enrique Polanco (n. 1953) 9 Pasaba ya la medianoche y el Tríplex no se había movido de su ladrillo. Su posición en cuclillas, con los […]
Fernando Morote La limeña morena-Julia Codesido (1883-1979) 8 El Capitán Raimar expresó su emoción combinando, en un solo acto, salto, suspiro y aplauso. —¡Nuestra canción, Doctor! —chilló. La melodía que […]
Fernando Morote Sin título (Fondo marrón y abstracto) Ricardo Wiesse (n.1954) 7 El sol pugnaba por abrirse paso ante el asedio de un ondulado colchón de nubes negras, que proyectaban […]
Lu Xun Capítulo 7. Revolución En el día catorce del noveno mes del tercer año del Emperador Xuantong—el mismo día en que Ah Q le vendió su bolsa a Zhao […]
Fernando Morote Alegría de vivir (2013) Gerardo Chavez 6 No podíamos quedar como cobardes. Sabíamos con certeza que esos compadres acogotaban, pescueceaban y atracaban sin compasión. Pelo’e Momia, cuatro tímidos […]
Lu Xun Capítulo 4. La tragedia del amor Hay quienes dicen: ciertos triunfadores desean que sus rivales sean como tigres o águilas, pues sólo entonces experimentan el júbilo de la […]
Fernando Morote En este mar donde me esperas (2011)-José Tola 5 Ingresamos al edificio como si fuéramos a robar un banco. Un atractivo tufo de clandestinidad reinaba en la entrada. […]
Lu Xun Capítulo 1. Introducción Hace ya varios años que deseo escribir la historia verdadera de Ah Q. Pero cada vez que me proponía hacerlo reculaba en seguida al pensar […]