La cocina del infierno: «Comando Meón» (IV) Tercera parte
Fernando Morote —No me compliques con esos horarios, Conde —dijo el Narizón—. Tengo clase en el gimnasio.—No jodas, Narizón —intervino el Champero—. Puedes correr un rato alrededor de la cancha.—¿Cuál […]