EQUISEY: “Sobre el origen del hombre”

Carlos E. Luján Andrade






Y: ¿No creerás lo que se me acaba de ocurrir? Ha sido algo extraño.

X: Ni idea.

Y: He sentido la total certeza de que en realidad los seres humanos somos extraterrestres.

X: ¡Qué!

Y: Sí, y hago hincapié en lo de sentir. Mira, es fácil leer las múltiples ideas con respecto a esa hipótesis. Esas de los Annunakis, los sumerios y los dioses que vinieron de otros planetas. Si estamos algo distraídos y desinformados, podemos convencernos de su lógica.

X: No me digas que acabas de leer a Zecharia Sitchin y su Epopeya de la creación. Sabes que sus interpretaciones son muy particulares y ningún arqueólogo las avala.

Y: Pero eso es ciencia.

X: Claro que es ciencia, ¿qué más puedes exigir?

Y: Vamos a volver a caer en que cada cosa que sabemos debe probarse, pero las conjeturas a las que llegamos es producto de suposiciones que poco a poco van corroborándose en la realidad. Recordemos que quienes miraron a las estrellas por primera vez les dieron una interpretación astrológica. Con el tiempo y el desarrollo de nuestras tecnologías las estrellas ya fueron observadas con otras perspectivas. De ahí el desarrollo de la astronomía.

X: Al decir eso solo validas mi punto.

Y: No necesariamente. Durante muchos años, la creencia en el ocultismo fue suficiente para comprender los misterios de la naturaleza. Es gracias a ella que se formaron civilizaciones importantes para la humanidad.

X: Aunque ya están extintas. Justamente porque cayeron en descrédito al no poder sostenerse porque creían que quien regía el orden universal eran dioses a los debían complacer o en caso de los egipcios, someter si es que no hacían lo que ellos les exigieron. Al final, cada asentamiento, civilización o cultura fue abandonada cuando los dioses lo hicieron. Los magos, cuando ya no un intermediario de los dioses, se creyeron los dominadores de las fuerzas invisibles, y al perder su credibilidad, la misma sociedad les fue apartando de los destinos importantes o trascendentes de su época. Ahora existen pero solo apartados para cuestiones particulares. Te leeré algo que tengo a la mano, es de Bruno Fantoni. Escucha: “En la magia el mago es el personaje central. Todo el mundo mágico converge hacia su persona, la que no se ordena a las realidades sobrenaturales, sino que las ordena a sí mismo. He aquí otro rasgo importante de esta actividad: la altanera presunción del mago, su comportamiento orgulloso hacia los más altos poderes, su pretensión de ejercer un imperio semejante al de ellos”. Así pensaban los egipcios.

Y: ¿Qué me quieres decir con eso?

X: Que las creencias particulares, basadas en presentimientos no pueden tener otra pretensión más que el consuelo personal. Basado en eso, es imposible desarrollar un postulado general porque no hay pruebas fehacientes que resistan los cuestionamientos generales.

Y: Estás cancelando mi idea antes de exponerla solo porque te he dicho que la he sentido. Eso no es justo.

X: Entonces dímela.

Y: La epifanía que he tenido no está basada en leer libros de Annunakis o reptilianos. Sino en una cuestión que es muy afín a mi sentido común y a cómo es que veo como la humanidad se ha desarrollado a través de los años, al menos hasta donde puedo saber.
»La destrucción es la base de mi idea. El ser humano destruye su medio ambiente, el entorno que le rodea y le permite sobrevivir. Ninguna especie animal hace eso. Ellos viven en absoluta convivencia más allá de cualquier necesidad de supervivencia. Por millones de años, la naturaleza ha mantenido un equilibrio que ha hecho de este planeta un lugar habitable. Si te preguntas: ¿Quién podría destruir el lugar que le dio la vida? Es como atentar contra la propia madre. Uno debe tener alguna alteración mental para hacerlo. Lo natural es el afecto, consideración y protección hacia lo que le dio la vida. Y no me refiero a una cuestión aprendida, sino instintiva. Entonces, ¿no te parece extraño que exista un ser vivo que actúe de manera contraria a esto que parece ser una ley natural? ¿Quién ha destruido culturas, etnias y medio ambiente? El extranjero, el invasor. Solo aquel que percibe que algo no es suyo, lo tira abajo para construir algo que sea más afín a sus creencias.
»El ser humano es incompatible con la naturaleza de este planeta. En pocas generaciones ha puesto en peligro su supervivencia y la de todos los seres que la habitan.

X: Te doy la razón en eso, pero es por el desarrollo de la tecnología. El camino que ha tomado es el equivocado. Su inteligencia le ha llevado a decidir mal.

Y: ¿No crees que esa inteligencia pueda ser algo que es incompatible con la supervivencia?

X: No entiendo.

Y: Ahora sí me aparto de mi sentir y me pongo más científico. El origen del hombre aún no está del todo claro. Se ha encontrado que tenemos genes de los neardentales, los demisovanos y un cuarto gen “fantasma” del que no se tiene rastro. En resumen, no se tiene claro cómo de este caldo de cultivo terrícola hemos hecho la transición hacia la criatura pensante que somos. Desde mi parecer, este no solo es un tema arqueológico o paleontológico. Es algo que trae más cola. No es solo armar un rompecabezas. Yo tengo la creencia que algo o alguien metió mano a nuestra evolución.

X: Ahí ya estás alucinando. De eso no hay pruebas. Son solo hipótesis alucinadas disfrazadas de teorías. Es como tomar en serio la hipótesis siluriana.

Y: Quizás se han excedido en dar un tamiz de realidad a especulaciones, pero al igual que la hipótesis siluriana, se podría buscar de forma indirecta un rastro que nos indique que somos seres de otro mundo. Lo más probable es que esto haya sucedido hace millones de años y así como no se puede encontrar rastros de alguna civilización anterior porque ya hasta los fósiles estarían desintegrados, pueden existir otras formas de obtener evidencia de alguna civilización extinta aunque hasta ahora no haya pruebas de eso.
»¿No crees que pueda existir una posibilidad de que seamos producto de algún experimento alienígena y algo de verdad tenga la reinterpretación de Sitchin sobre nuestro origen?

X: No se puede descartar nada, pero insisto, ¿en qué ayuda en que creas que somos de otro planeta?, ¿qué verdad estás ayudando a encontrar? Solo alimentas una creencia que sirve de consuelo personal.

Y: Y con las miles de preguntas que la ciencia no puede responder, ¿de qué sirve para el hombre del día a día? Le das demasiada importancia a la ciencia cuando sabes que en el fondo esta nunca tendrá todas las respuestas. La consideras como a un dios.

X: Cada uno escoge el dios al que desea venerar.

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