José Pastor González
con la vida colgando de un hilo
en las esquinas olvidadas del recuerdo
con la paciencia infinita
de los que no tienen más que perder
con los movimientos depredadores
de animales intemporales
con el orgullo de los despreciados
y la esperanza de los desesperados
teje la araña su red
enredándose en su trampa
hipnóticamente atrapada en la magia de los espejismos
balanceándose
marioneta
en los hilos
que la atan
a su suerte
y a su irreversible condición de araña