La presa (Final)
Kenzaburo Oé Cuando desperté a la mañana siguiente, un poco más tarde de lo habitual me llegó el rumor de una agitación. Provenía de la plaza, junto al […]
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Kenzaburo Oé Mi hermano pequeño y yo estábamos hurgando con unos palos en la tierra blanda, que apestaba a grasa y a ceniza, del crematorio del valle, un crematorio improvisado […]
Kenzaburo Oé Una vez recibidos los primeros cuidados requeridos por su estado en traumatología, el hombre gordo volvió a bajar a la sala de espera. Eeyore, todavía agotado pero de […]
Kenzaburo Oé Durante el invierno de 196…, un hombre anormalmente gordo estuvo a punto de caerse al estanque de agua sucia donde se bañaban los osos blancos. Aquello fue para […]