Y ASÍ SE CUENTA LA HISTORIA: «¿De cuándo a acá yo he sido cuerdo?

Ítalo Costa Gómez





Cuando me di cuenta – a muy temprana edad – que la realidad no me gustaba mucho y que estaba llena de gente a la que le gusta hacer sentir mal a los demás o ver con claridad qué tan crueles pueden llegar a ser los colegios o que las familias no se quedaban juntas para siempre como en los cuentos y que yo la tenía un poco más jodido… pues decidí vivir en mi propio mundo. Siendo bien chibolo empecé a crear elementos mágicos que me transportaban – y transportan – a un lugar dónde soy muy dichoso. Mi imaginación siempre fue muy poderosa y no me costaba trabajo imaginarme en otro lugar hecho de algodones de azúcar mientras estaba sentado en una carpeta del San Agustín escuchando hablar del averno.

Siempre me he considerado muy afortunado por la cantidad de amor que recibo, pero mucho de ese amor me lo he ganado a pulso. Me he construido un mundo de cariño ante la hostilidad del que tenemos. Creo que usé mis desvaríos con astucia.

Hace poco fue mi cumpleaños y tengo la costumbre de no contestar el celular. Quiero aprovechar en decirle a mucha gente que quiero que, por favor, no se ofendan si no les contesto. Escríbanme si me necesitan porque odio hablar por teléfono. Lo detesto. Nunca me gustó. Gracias por entender. No siga intentando.

La cosa es que llamó al celular de mi mami un tío que es bastante mayor y que siempre me ha visto como un hijo, a pesar de mi ingratitud y mi estilo de vida: sumergido en mis libros, escribiendo mis relatos, tomando vino, leyendo poesía con mi hermano, viendo «La Ley y el Orden» con mi vieja, bailando solo canciones de Nubeluz. Yo vivo en un mundo diferente y a él nunca le importó y no me dejó de lado jamás. Por eso accedí a contestarle.

-¡Hola, tío lindo!
-¡Feliz cumpleaños, pues flaco loco! – con esa voz aguarrientosa que siempre ha tenido.
-¡Gracias, bellísimo! Perdóname por andar tan en mis cosas locas y no verte tan seguido. Eres un amor.

Su respuesta me dejó pensativo y feliz.

-¿Y de cuando a acá has sido cuerdo, Ítalito? No te disculpes. Vive feliz y nunca cambies.

Fue hermoso. Me hizo gran parte del cumple. Es verdad. Yo nunca he sido muy cuerdo. Nunca he sido un «chico normal». Siempre he sido demasiado sensible y amoroso. Soñador como un paciente. Un eterno niño que sigue jugando en su nube de colores y de la que nunca se bajara. Un jardinero de la amistad que quiere ser bueno con las personas y que lo intenta con todo su corazón, pero también un frío «hijo de fruta» cuando no quiero a alguien en mi vida y lo saco desde la raíz sin ninguna contemplación. Una persona feliz con un carácter de mierda.

Creo que para vivir el mayor tiempo posible contento debes estar un poco loco. Y yo lo he estado desde que nací y a mucha honra.

Si por ahí escuchan sobre mí: «ese es un loco de mierda», pues pueden responder: «¿Y de cuando acá Ítalo ha sido cuerdo?».

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.