Miguel Rubio Artiaga

Neapolitan Lighthouse (1842)-Ivan Aivazovsky

Empuñar la pluma
como una espada
y afilarla tenaz
en versos de rodeno.
Apartarse de la seda
y buscar la compañía
de la pana y el paño.
Gritar al aire
mirando al cielo
renegando de la injusticia
con bramidos fieros.
¡Seamos poetas como leones!
¡Que la poesía sea justiciera!
¡Basta de dejar destruir la libertad!
¡Llegó el tiempo del verso sincero!
¡El poeta no es un artículo de lujo
es lo que perdura si es honrado
a través de todas las eras!
¡Seamos faros en el mal nocturno!


Lo he hecho, lo he escrito.
Estoy harto, pongo en venta
mi púlpito en el desierto.
Está viejo y gastado,
con la madera cansada
y la escalera, tiene rotos
varios peldaños.
Ni siquiera tiene la gloria
ni las coronas de laurel
ni los modernos altavoces
de otros estrados.
De barato que lo vendo
se puede decir
que a precio de púlpito
mirando su antigüedad
es casi un regalo.
Si a alguien le interesa,
está según se entra
en el desierto
al llegar al cuarto espejismo
a mano derecha.