Juan Alberto Campoy

Apples in a Tin Pail (1892)-Levi Wells Prentice
Nací a principios de los años sesenta. Nunca que yo recuerde, ni en mis años mozos, ni en mis más cándida infancia, nunca, he creído, ni por asomo, que los hombres sean superiores a las mujeres. Ni se me pasaba por la imaginación una idea tan descabellada. ¿Quien me iba a decir que tantos años después, ¡tantos años después!, prácticamente no se hablaría de otra cosa en este país que de la igualdad entre hombres y mujeres? ¿De dónde sale este bombardeo inmisericorde, este martilleo constante, está campaña permanente en demostrar lo que es, a todas luces, obvio? A veces (quizá sea muy mal pensado, no digo que no) se me ocurre que puedan haber intereses políticos bastardos detrás de todo ello. Y me preocupa un posible efecto perverso que tanta insistencia podría causar: alguien poco formado, alguien con pocas luces, podría pensar que tanto empeño en demostrar que la Tierra es redonda no es normal, que algo se nos quiere esconder. Y quizá ese alguien se replantee lo que nunca se hubiera replanteado, lo que cualquier persona con dos dedos de frente percibe de forma clara y distinta como una verdad de esas que se caen por su propio peso (como la manzana de Newton), esto es, la igualdad entre hombres y mujeres.