Francisco José Segovia Ramos

Saco de Huesos reeditó en 2020 el número 3 de su colección Calabazas en el Trastero, dedicado a Poe, el gran escritor bostoniano.

Como siempre, trece autores y autoras escriben sobre temática relacionada con Edgar o su obra, precedidos por el magnífico prólogo de Rubén Serrano.

“Berenice Fashion”, de María R. Gómez Iglesias inicia la antología, con referencia al poema “El Cuervo” y a los relatos “El barril del amontillado” y “El gato negro”, centrado su relato en una trama de obsesión que llevará a su protagonista a un callejón sin salida… o que vuelve al lugar del principio. En “El protagonista: la última noche”, Rosa Gelsomino Boetti hace un recorrido hace un recorrido muy intimista y oscuro sobre gran parte de la obra de Poe.

“Una noche en la penumbra”, de M. Carmen Guzmán, mantiene un ritmo interesante con una niña de protagonista en una mansión oscura y siniestra con un final impactante. En “El traductor”, Alejandro Vázquez Ortiz se centra en el poema “El Cuervo”, y en un protagonista embebido de esa obra y, cómo no, en la absenta.

“El otro lado del barro”, de Miguel Martín Cruz, nos habla de una película clásica de la Hammer, “El péndulo de la muerte”, y en un supuesto complot entre Vicent Price, Corman y Matheson para hacer nuestras vidas ¿más interesantes? “Luna Nueva”, de Yolanda Galve Campos, nos cuenta una historia tétrica y a un Poe enfrascado en su genial poema desde la óptica de alguien que sorprenderá a un lector desprevenido.

“El baile del príncipe Edgar”, de Laura Luna Sánchez, nos presenta a un Poe convertido en un príncipe tiránico y obsesionado con un amor imposible. “El círculo de los viernes”, de L. G. Morgan, es un relato gótico hasta la última de sus líneas, con innumerables referencias a la obra de Poe. “El cuervo”, de Óscar Bribián, narra a un friki de los cómics que se verá abocado al precipicio tras una vida monótona que confundirá lo real con lo imaginario.

“El último sueño de Poe”, de Iulius, es un relato con una intrincada pero sugestiva narrativa, en la que su protagonista escucha por boca de un misterioso tertuliano la última historia soñada por Poe. “Sumergiéndose en las profundidades de una biblioteca de Virginia”, de Juan Ángel Laguna Edroso, se desarrolla entre bibliotecas antiguas, manuscritos extraños y referencias literarias hasta llegar a un clímax de un gótico muy melancólico.

“In terrorem fac simile”, de Javier Fernández Bilbao, bucea en las aspiraciones literarias de su protagonista, que se ve sumergido, o capturado, por un mundo extraño en el que encuentra, o cree hacerlo, su inspiración, mas hallará algo que le dejará sorprendido. “El corazón delator”, último relato de la antología, se compone de dos partes; en la primera se recoge la historia de Poe, y en su segunda parte, Miguel Puente Molins desarrolla lo que bien podría ser la continuación desde allá donde la dejara el autor estadounidense, sin desmerecerle un ápice.

Buen antología que hará que el lector, aparte de disfrutarla, vuelva a releer, o a leer, si aún no lo ha hecho, la obra de Edgar Allan Poe.