De profundis

Francisco José Segovia Ramos 

 

 

Estamos ocultos al común de los mortales y, sin embargo, todo el mundo conoce de nuestra existencia. Nos acusan sin fundamento de manejar los hilos de la economía y la política mundiales, o de ser mediadores entre asesinos a sueldo y particulares ávidos de venganza o poder. Algo de verdad hay en ello, pero somos mucho más que unas páginas de contenido de dudosa moralidad. Mucho más. En los principios de la web, nacimos, y crecimos con mayor rapidez que nuestra hermana visible. Sí, somos la Deep Web, el internet profundo, el lugar misterioso donde yacen todos los sueños y todas las pesadillas. ¿Qué si puedes acceder? Por supuesto que sí. Atrévete a buscarnos. Usa TOR y conéctate. Encontrarás lo que buscas y nunca confesaste a nadie. Hallarás el suplicio y el martirio, el éxtasis y el delirio. Tal vez, con suerte, tú mismo crearás tu propia página oscura, en la que colgarás fotos inconfesables y confesiones improcedentes.

Más allá de la moral y la ciencia. Más allá de los límites legales y éticos. No tengas miedo sino de ti mismo. Solo tú decidirás lo que quieres. Nosotros, que aquí nos movemos como peces abisales, te ofreceremos más de lo que necesitas.

Viaja. Márchate de ti mismo. Búscanos. Búscate. Profundiza en los mares desconocidos de la red, allá donde nadie ha querido llegar antes. Descubre los misterios que la humanidad desconoce, las amenazas latentes, las conspiraciones en curso, los asesinatos programados y las guerras interesadas.

Así que, fúndete con nosotros. Es fácil. Basta pulsar el botón de Enter.

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