Francisco José Segovia Ramos

Un golpe de autoridad, además, de la mano de José Antonio Bonilla, que ya recibió grandes alabanzas por su última novela de ciencia ficción, La Inconquistable (Editorial Autores Premiados), y que fue finalista en los premios Ignotus del año pasado.

Pétalos de Acero bebe de las clásicas fuentes literarias de H.G. Wells, de Edgar Rice Borroughs o de Conan Doyle, aunando elementos fantásticos, típicos del steampunk, con históricos, en este caso la Exposición Universal de Barcelona de 1888. Personajes ficticios se mezclan con otros reales en una sinfonía que suena melodiosa y agradable durante toda la novela, bastante extensa pero no por ello aburrida o espesa.

Y es que José Antonio Bonilla hace gala –una vez más- de grandes conocimientos en muchas materias, demuestra su trabajo de investigación previo a la novela, y desarrolla un trabajo descriptivo y narrativo digno de encomio.

El estilo es ágil, típico de las novelas de aventuras e intrigas, con guiños a la historia, a la política, a la sociedad de la épica –y de la nuestra, añadiríamos sin equivocarnos-, sin perder nunca el norte de su objetivo: contar una buena historia que enganche al lector desde el principio.

Conjuras internacionales, personajes siniestros que se mueven entre las sombras, héroes que se enfrentan a los peligros sin dejar de ser hombres y mujeres normales que se ven envueltos en situaciones escalofriantes sin haberlo pretendido. El ritmo es intenso por momentos, aunque José Antonio Bonilla, como hábil narrador, deja pausas para que podamos recuperar el aliento, aunque no lo suficientemente largas como para perder el hilo de la aventura.

Pétalos de acero se abre paso, con méritos más que sobrados, en el mundo de la literatura fantástica, y se puede apostar claro y fuerte por ella tanto para la recomendación de su lectura como para su nominación a los Ignotus de 2016, el galardón más importante que hay en España para la literatura del género fantástico, como es el caso.

La obra ha sido publicada por la editorial Hermenaute, en su colección Icarus, en el año 2016.