Carla Demark
Hay una mujer pequeña
que carga una piedra
que nadie le dio.
La lleva en su espalda
camina encorvada,
y oculta la voz.
Con su pelo blanco,
guarda en la boca un beso
que nunca olvidó.
La observan y piensan,
¿Por qué carga una piedra
que nadie le dio?
Es que ella se afana
en ocultar sus alas
por miedo al dolor.
Pinchando en la imagen accederás a la web de la autora