Alberto Ernesto Feldman
Personajes:
TERESA NAJCHAUS: Antigua profesora del Taller literario. Exquisita personalidad.Venerada por quienes tuvieron el gusto de conocerla. Fallecida pocos años atrás. De inteligencia y conocimientos teatrales y literarios sólo superados por su bondad.
HEBE CARUSO: Entusiasta actriz teatral, talentosa aprendiz de escritora, garbosa como una heroína de zarzuela, nunca pudo quitarse la culpa por un desafortunado comentario que hizo a su profesora, acerca de Julio Cortázar, que no pudo reparar por la repentina muerte de Teresa. También separada bruscamente de nosotros hace unos pocos días.
Escenario:
Representa al Cielo. Es como un jardín japonés en Primavera, pero con colores más suaves. Al fondo a la derecha un pequeño puente sobre un lago invisible. El suelo está cubierto de bruma hasta una altura de treinta o cuarenta centímetros. Los personajes parecen flotar. Al comenzar la acción, Hebe está parada sobre el puente, aparentemente desorientada. De pronto, fija su atención en la mujer que con paso etéreo y rostro calmo se dirige hacia ella desde la izquierda.
HEBE: (de viva voz, entre sorprendida y feliz) ¡Teresa!…
TERESA: (con dulzura, sin manifestar sorpresa) Hebe querida… no te esperaba tan pronto, pero estás aquí conmigo, ya verás la paz que reina en este lugar.
HEBE: (más tranquila) Ahora que estás cerca me siento feliz y puedo darte por fin una explicación que te debía. Tenías razón, pude leer “Historias de cronopios y de famas” y “Rayuela” y los disfruté del principio al fin; quise borrar la crítica irreverente que hice en clase, hablando con soberbia de lo que no conocía, pero te fuiste, y ya no pude hacerlo.
TERESA: (sonriendo) ¿Sabés querida? Ya lo sabía. Conocí tus escritos desde aquí y sabía que habías crecido. No debiste preocuparte tanto, es muy frecuente que los principiantes, entusiasmados, crean que leyendo un solo libro de un autor, y a veces medio, los convierte automáticamente en críticos literarios, pero después, con la experiencia, viene la humildad que nos hace avanzar. Y ahora que terminamos con este asunto que tanto te preocupaba, ¡tengo una gran sorpresa para ti!
HEBE: (intrigada) ¿Es que todavía hay sorpresas más allá de la vida?…
TERESA: (serena y convincente) Es que todavía no morimos, recién ocurrirá cuando dejen de recordarnos, esa es la verdadera muerte…y ahora sí, la sorpresa: (Tomando a Hebe de la mano) Vamos al “Otro Cielo”, ¡Te voy a presentar a Julio Cortázar!
HEBE : ¿De veras?… (con pasión) ¡Vamos, vamos!
TELÓN