La cabeza del cordero
Francisco Ayala Dispuesto a recorrer tranquilamente ahora, bajo la luz gloriosa de la mañana, la ciudad que la noche antes, blanca de luna, apenas me había dejado […]
Francisco Ayala Dispuesto a recorrer tranquilamente ahora, bajo la luz gloriosa de la mañana, la ciudad que la noche antes, blanca de luna, apenas me había dejado […]
Francisco Ayala III A partir de ahí, la guerra, —lo que para el teniente Santolalla estaba siendo la guerra: aquella espera vacía, inútil, que al principio le trajera a […]
Francisco Ayala I —¿Adónde irá éste ahora, con la solanera? —oyó que, a sus espaldas, bostezaba, perezosa, la voz del capitán. El teniente Santolalla no contestó, no volvió […]