Fernando Morote

Saliendo completamente de su registro habitual, y entrando en un terreno ignoto para ella, Estefanía Farias Martínez entrega un nuevo libro, de corte íntimo y personal.
No se podría decir si “El Inmortal” (Ediciones Erradícame, 2025) es un relato largo o una novela corta, aunque esa clasificación —como todas, en realidad— carece de relevancia. Es cierto que se trata de un libro breve, con estructura simple, pero no es una historia fácil de contar debido a la naturaleza de los acontecimientos expuestos.
En menos de 80 páginas, la autora sintetiza la experiencia de padre e hija atravesando juntos la amenaza de una enfermedad terminal que, por supuesto, altera y convulsiona el natural estado de convivencia. Sin embargo, como era de esperar siguiendo su estilo, en la narración no hay drama ni autocompasión.
Escrito en primera persona, el discurso está salpicado con toques de ironía y en algunos casos hasta de sarcasmo, ambos utilizados como herramienta para observar con mayor claridad las diferentes situaciones planteadas y a la vez como mecanismo de defensa para superar el agobio, la ansiedad o el temor que impone lo desconocido.
Farias Martínez desarrolla la crónica de eventos de un solo tirón, sin pausas ni divisiones o separaciones en capítulos. Los distintos episodios ocurren unos tras otros, imprimiendo una fluidez vertiginosa a la narración. En un párrafo los protagonistas pueden estar moviéndose dentro de casa, en otro circulando dentro del hospital y en el siguiente viajando por la autopista.
En el recorrido, el lector puede apreciar los desafíos de vivir en un país ajeno (con una cultura diametralmente opuesta a la propia), experimentar las barreras lingüísticas en la comunicación con el personal médico, sufrir los embates típicos del servicio de transporte de alquiler y renegar por la mezquindad del espíritu mercantilista de las compañías de seguros.
Sin necesidad de utilizar esquemas complejos ni recurrir a ornamentos en el lenguaje, “El Inmortal” tiene la capacidad de envolver a quien se introduce en sus páginas en una vorágine de sucesos que despiertan una variedad de sensaciones según se avanza en el proceso de diagnóstico, tratamiento y recuperación de la afección descrita.
Este libro —su temática, enfoque y aproximación, incluso voz— es para Estefanía Farias Martínez un nuevo y emocionante reto del cual, claramente, obtiene lo que busca.
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