José Pastor González

Le déjeneur des canotiers (1881)-Pierre-Auguste Renoir
es una de esas resacas amables
nada que ver con las resacas asesinas e inmisericordes
es una de esas resacas
en que tienes la agradable sensación
de estar en una longitud de onda
distinta a la del resto de los mortales
en que todo está perezosamente en equilibrio
en que todo tiene un aura de belleza y misterio
en que la suerte te sonríe cómplice
en que sientes el calor del sol del otoño
calentando tus huesos,
los bancos de los parques, los rincones apartados,
las piernas de las mujeres, los rostros de todos los vagabundos
una de esas resacas donde todo parece hermoso y en armonía
las chicas, los árboles, los gorriones, la ciudad,
hasta los niños que corretean tras una pelota
una resaca que te permite
fumar, hacer la compra en el mercado, pasear,
tomar el sol en los parques, mirar a los ojos a la gente
una resaca de esas
en que estás preparado para empezar de nuevo
en cualquier parte