Ítalo Costa Gómez

Como ustedes saben yo vivo en una década que ya se acabó: los noventas. Nunca he negado que no me moví de ahí. Vivo entre 1990 y el 2005. Veo las series que veía en esa década. El 80% de la música que está en el Playlist es noventera. Supe moverme bien para aprender sobre tecnología y usarla para hablar de lo que pasaba en los noventas. Es muy gracioso y también muy especial que pueda ganarme la vida trabajando, hablando y recordando con figuras públicas y personajes de aquella época. Incluso en mis relatos y columnas siempre van a encontrar un poquito de esos tiempos, aunque les esté contando algo reciente.
[El Príncipe del Rap. Los talk shows. Nubeluz. Britney Spears tomando Coca Cola mientras Christina Aguilera le escupe Pepsi en los MVA. Los rostros más bellos de la televisión. Teleguía. Pantalla, la revista que se pasa de la raya. Los Trapper Keeper. Los CDs. Carrie Bradshaw y sus amigas en Sex and the City. Nicolás Lucar chapando en un ascensor. Buenos Días, Perú con Roxana Canedo y el chinche del Iwasaki. Los reality de las modelos de Tyra Banks. María la del Barrio. Hannah Montana. Naomi Campbell. Los Hechiceros de Waverly Place. El Veco. Titanic y Leonardo. Se entiende. De hecho se entiende, de todas maneras]
Eso también pasa con los lugares que visito hasta que la modernidad y las astucias de una amiga pendejereta me llevó a la actualidad de una sola cachetada.
Cuenta la historia que había recibido la invitación de una amiga argentina, Luana, a quedarme a dormir en su departamento por décimo quinta vez. Una pijamada embriagadora y todo chévere. Una mañana tomando el desayuno resacoso agarra y me dice.
-¿Vos te has visto dormir alguna vez? Es muy gracioso, boludo.
Yo no entendía ya que dormía en otro cuarto de su lindo y moderno departamento. No me la imaginaba -como en las películas de terror- parada viéndome dormir. Puta, qué miedo.
-No. No me he visto dormir, loca. ¿Tú me has visto dormir?
¡Agárrate, Catalina! Me contestó en una.
-¿Me estás cargando? En este departamento, como en casi todos los departamentos del mundo moderno hay cámaras en todas las habitaciones. Hay un sistema de seguridad que graba las 24 horas. Solo no hay cámaras en el baño. Después en la sala, cocina, cuartos, hall, ascensor, entrada… Todo tiene cámaras. ¿Querés verte dormir?
La reparimpamputa. Me quedé helado, congelado. Osea que está huevona y varios de mis amigos tienen grabaciones mías ebrio hecho culo y rascándome el poto y durmiendo con la boca abierta. Yendo a sus refrigeradores a coger otra cerveza y más papitas. Bailando el Nuberengue mientras busco que me entre el sueño. En un segundo me puse a pensar en que no tengo secretos. Osea, bien transparente soy en realidad, pero de ahí a que me grabes mientras me saco el moco o me acomodo la liga del pantalón ya es otra cosa, mariposas.
No quise ver el vídeo de cuando dormía. Ya tenía bastante trauma encima y fue así como mentalmente tuvo que empezar la era de los robots chismosos y entender que si quiero privacidad debo ir AL BAÑO y punto.
Para morirse muerto.
Y tú, ché… ¿Me estás grabando vos?
Cuando vaya a Pamplinas no duermo en siete días.
Como si no tuviera bastante con los paparazzis que persiguen top models.