José Pastor González

aquí
sabemos de la dureza de la tierra y de la nieve
y de la vida
aquí resistimos
como si fuéramos piedra, cierzo, cellisca, escarcha, entrañas, esperanza
palabras que decimos en silencio
que se nos enquistan
dentro
y nos duelen
Magaña
Tiene Magaña dos barrios separados por el río Alhama, cada uno con su frontón. Tiene castillo del siglo XV y una ermita, Ermita de la Virgen de Barruso, a la que se llega por un hermoso camino empedrado. Tiene ayuntamiento y un bar que abre todos los días del año. Tiene iglesia gótica del siglo XVI y varias ermitas en ruinas. Tiene caminos que recorren lo que llaman el GR86 o Sendero Ibérico Soriano y un puente medieval. Al viajero le dicen que la mayoría de la gente que vive en Magaña, unos 60 vecinos, está jubilada y que el panadero viene tres días a la semana. El viajero no ve a mucha gente por el pueblo ni por sus caminos, solo a una cuadrilla de obreros rehabilitando una casa. La restauración y mejora de los márgenes del río Alhama lo financia la “Eólica Sierra del Almuerzo”. El viajero que es desconfiado con las cosas del poder, cree que esta mejora del río será a cambio de terrenos para instalar parques eólicos. El viajero, se entera ya tarde, que en Magaña hacen un dulce a base de aguamiel, harina y frutos secos, al que llaman mostillo.