Miguel Rubio Artiaga
Ella quitaba la razón
siempre a las margaritas
gustaba de romper espejos
pasar bajo escaleras abiertas
y sus gatos fueron siempre negros.
Disfrutaba cabalgando en un avestruz
tan manso como un tigre manso (Claro)
siempre atento a sus deseos
e igual de rápido que la luz
teniendo a favor el viento.
Se dedicaba a entrenar koalas,
perezosos y osos panda
para competir con guepardos
quien era capaz de adelantar
en plena carrera a podencos y galgos.