Miguel Rubio Artiaga
En el huerto de limoneros (1923)-Edward Okun
El limonero sonreía
con sus pendientes amarillos.
Llegaba la primavera.
Sus compañeros despertaban.
Durante el invierno
su única compañía
habían sido la engreída palmera
y el no menos altivo cocotero.
Al fondo había un viejo olivo,
no era mala su cultura rústica
pero tenían siempre
que hablar a gritos.
Abrían ya las flores del cerezo,
los copitos de nieve del almendro,
el magnolio apuntaba su aroma fresco.
Los brotes de los rosales
empezaban a salir para tomar el Sol.
Los bulbos asomaban sus tallos.
Florecían en blanco los jazmineros.
Morada la flor del Jacaranda.
La vida volvía a renacer
al pasar el frío invierno
volvía la alegría, aun bostezando,
los colores, los aromas diversos
todo había cambiado
alrededor del limonero.