Miguel Rubio Artiaga
De tu piel, la Vida,
el relámpago solar,
el tacto arropador…
que abate la sombra del miedo.
De tu piel cálida,
suave e imantada,
la acogedora sensación
del abrazo compañero.
El beso redentor,
el cariñoso en flor
vestido de seda,
el guardián del deseo
en tus labios.
En tus labios, la brisa
del agosto anochecido
mirando al cielo.
La puerta que al abrirse
es capaz de hacer arder
como dos teas incendiarias,
al mismísimo fuego.
Mi conciencia en tus ojos,
los que me guían
el camino a retomar,
señalando, sin juzgar,
en amoroso silencio.
De tus manos, la escalera
hecha de nubes,
como peldaños blancos,
que llega a un firmamento.
El escalofrío primario
que despierta en mis venas
un sentir de escalofríos
al roce de tus dedos.
De tus manos, mi libertad
y la prisión escogida,
hecha de rejas de aire
con los cerrojos abiertos.
Tu cabello, el abanico
que al abrirse libre
sobre tu espalda,
modela la Rosa de los Vientos
y convierte, todos los cruces
de tristes caminos desechados,
en principios de renacer
y futuros nuevos.
De tus pechos, mi obsesión,
nacidos para ser lamidos
desde su canal sacrosanto
hasta sus coronas de cerros.
Mi lengua exploradora
que reconoce esas colinas blancas
despacito por las laderas
hasta sus pezones inhiestos.
Subir hasta tu cuello,
los hombros, saboreados
a lametones sensuales
y volver de nuevo,
seguir de vuelta la senda
a los pechos y morder despacio
esos descarados volcanes dispuestos.
Bajar lentamente
hasta tus muslos,
sintiendo tus gemidos
y estremecimientos
al brotar tu esencia,
una fuente de vida compartida
en torrente fiero.
Como lava tibia
humedad avisadora
de tu muerte minúscula
al estallido del cuerpo.
Durante un cierto tiempo,
yo a ti abrazado,
muñeca feliz de trapo,
común éxtasis de silencios,
enamorada mirada y satisfechos jadeos.
Sensual poema con letras que van pintando la imágen en letras. Letras que recorren cada resquicio, cada rincón , cada poro llenando de pasión ese sublime momento . Hermoso !!