Sergio Coello
Es una lástima que esta tarde tengas que ir a la ciudad a renovar tu licencia de Mejor Pistolero al Oeste de Texas. Me hubiera gustado enfrentarme a ti con mi flamante revólver y mi torpeza en esa hora del atardecer cuando la polvorienta calle de este pueblucho parece de oro y sangre -presagio de los de mi derrota- y bajo la ventana de esa habitación en la que duerme ajena a ti, a mí, a todo, la bailarina más hermosa del saloon.