Fernando Morote

Nitrito in velocità (1932)-Fortunato Depero
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Hagamos un intermedio musical, querido lector. ¿Se ha oído usted conversar con su hijo pequeño de seis meses? ¿Ha notado la cantidad de cacofonías que emplea para hacerle sentir a su retoño que es usted un padre cariñoso, dulce, rebosante de amor? Tergiversa las palabras; las recorta, las retuerce, las susurra, las canturrea, las estira, las aplana. ¿Se ha percatado de eso, querido lector? Si aún no lo ha hecho, y nadie ha tenido la dignidad o la compasión de comunicárselo, cumplo con informarle que, en esos momentos, habla usted como un perfecto imbécil.
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