Estefanía Farias Martínez

La Leçon de piano (1916)-Henri Matisse
Ante él siete lenguas de mármol expandiéndose.
Se frotaría las manos con alcohol hasta hacerlas enrojecer. Aún así sudaría por cada poro y los dedos le resbalarían en el teclado.
La superficie brillante de la caja le permitiría ver las muecas de desaprobación del tribunal.
La tila azotaría las paredes de su estómago. El olor a jazmín que provendría del patio le provocaría náuseas.
Las sienes le latirían con violencia. La pierna izquierda se le agitaría como un potro encabritado.
Su profesora se escondería en un baño del conservatorio y él recibiría el abrazo materno antes de enfilar el camino al cadalso.
Cuando sonó el despertador, Eutropio lo apagó y se zambulló bajo las sabanas. Mejor en septiembre.
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