Fernando Morote

La squadra atlantica sorvola Chicago (1933)- Alfredo Gauro Ambrosi

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El ruido que escuché debajo del lavadero, mientras enjuagaba los platos, no me gustó en absoluto. No soy propenso a colocar entre mis aficiones la reparación de caños o tuberías. Al rato, el dueño de casa llamó acusando que la fuga de agua en mi cocina había inundado la sala de los inquilinos en la planta de abajo. Por lo tanto, debía asumir la responsabilidad de pagar los gastos. Reclamé, refuté y rebatí. La conversación se encendió al punto de lanzarnos gritos mutuos. Finalmente nos calmamos y llegamos a un acuerdo infame: el incidente me costó el equivalente a un mes de sueldo.

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