Fernando Morote

Brooklyn Bridge (1919-1920)-Joseph Stella
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Aquella mañana, al salir de la autopista, fui obligado a estacionar al lado de la berma. Me preguntaba cuál podía ser mi falta esta vez. El oficial se acercó indignado, enfurecido, a mi ventanilla. Lo reconocí más próximo a la jubilación que al ascenso. Me apuntaba con una pistola. No era un arma de fuego sino un adminículo electrónico. Cuando le extendí mis documentos, me los intercambió en automático por una multa. “¿En serio?”, le dije. Aseguraba que manejaba sin ponerme el cinturón de seguridad. “Eso es falso”, protesté. “Explícaselo al juez”, contestó.
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