TOM SAWYER DETECTIVE, de Mark Twain

Francisco José Segovia Ramos







Como el propio traductor, Rodolfo Martínez, indica en su prólogo, Tom Sawyer detective es una obra menor, aunque muy interesante, dentro de la creación del escritor norteamericano.

En esta novela corta nos volvemos a encontrar con los conocidos y emblemáticos personajes de obras anteriores, Tom Sawyer y Huckleberry Finn, que ejercen ahora las funciones de un Sherlock Holmes y Watson.

Claramente influenciada por la obra detectivesca de Conan Doyle, Tom y su inseparable Huck se encontrarán con una trama de robo y asesinato, y con un juicio donde el primero ejercerá magistralmente de detective, abogado y fiscal que descubre y condena a los embusteros y verdaderos criminales.

Lejos de sus novelas más celebérrimas, aquí no abundan las descripciones del paisaje o de sus gentes, salvo esporádicas pinceladas, primando la trama detectivesca y las pesquisas y deducciones de Tom, convenientemente seguidas y aplaudidas por su amigo inseparable.

En un formato agradable, editado en tapa dura, y con una portada hipnótica que nos lleva al Misisipi y a la época en la que se desarrollan muchas de las historias de Mark Twain, Tom Sawyer detective es una buena excusa para perder (o ganar) unas horas de nuestra vida volviendo a ser niños, adolescentes o personas maduras que aun disfrutan con los libros de aventuras.

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