Miguel Rubio Artiaga

Spanish Dancer (1906)-Clarence Gagnon
Las chispas del brillo de tus ojos
son las que encienden la Luna,
el movimiento de tus pies descalzos
un tapiz volador tejido de primaveras,
la raíz de las Mil y Una Noches,
el sensual contoneo de tu cintura.
Pareces una diosa lasciva.
Un desafío a la razón,
un callar la boca a la cordura
cuando al dar una vuelta
revoloteando sobre ti misma
levantas desafiante la cabeza.
Todo lo que un artista necesita
para modelar el orgullo de una mujer
en una pasional escultura.
La peonza de tu muñeca,
el aletear de pájaro árabe en tus manos,
las varitas de hada de tus dedos,
hacen que la magia vuelva al mundo
con la presencia solo de tu figura.
Abanico abierto al viento
tu cabello de azabache
que de largo tapa tus pechos
las noches que solitaria
bailas entregada y desnuda.
Es cuando tu cuerpo,
enfebrecido y sudado,
brillante en la noche
a la luz del fuego,
encelado hasta el éxtasis,
fertiliza la tierra en su locura.
Luego te quedas tendida
y te adormeces.
Mientras la futura alborada
te arropa liviana, agradecida
con un gesto lleno de dulzura.