LA PENA Y LA NADA BAJO UN CIELO COLOR CARAMELO, Por Darío Vilas

Francisco José Segovia Ramos





A pesar de que el título pueda dar otra impresión, o sí (de esto ya hablaremos más adelante), La pena y la nada bajo un cielo color caramelo está dividido en dos relatos, pero que mantienen una temática muy similar aunque enhebrados en épocas y lugares muy diferentes (y aquí está la razón por la que la obra puede entenderse como un todo).

En el primer relato, o capítulo, La pena y la nada, Darío Vilas plantea la curiosa paradoja de un Cielo abierto a cualquiera, haya o no cometido las mayores barbaridades en vida. Pero para eso, claro, tiene que cumplir determinadas reglas. En esta historia, su protagonista se enfrenta a la realidad de un mundo con poca natalidad, sumergido en el placer por el placer, viviendo en la seguridad de otra vida eterna y maravillosa en ese cielo prometido siempre pero ahora real. Pero, a pesar de eso, la soledad, esa gran enemiga de lo acomodaticio y el egoísmo insolidario, embarga a David Valverde hasta hacerse una con él.

En el segundo relato, o capítulo (insistimos, la obra es un todo), la historia se desarrolla en un planeta Marte de un Cielo (otra vez la palabra mágica) de color caramelo. Un cielo de una belleza extraña pero, sin embargo, que se hace ominosa y desesperante para el grupo de astronautas que sobreviven más que viven en la pequeña colonia instaurada en el planeta rojo. Una aventura espacial que, después de haber sido seguida por las entusiastas multitudes, ha devenido en un espectáculo mortecino y aburrido y en la que sus protagonistas, cuatro astronautas, saben que no van a recibir ayuda desde la Tierra y que su fin está marcado bajo ese cielo de color caramelo y sobre la tierra roja de Marte. Viven en soledad, de nuevo esa malsana compañía cuando no es querida, y contra ella lucha su protagonista, más bien con el fatalismo propio de los derrotados que con la esperanza del que atisba un futuro mejor.

Las dos historias, la única historia, narradas con la prosa fluida y acertada de Darío Vilas, dejarán marca en el lector que se acerque a esta obra, una joya literaria que, aunque de extensión modesta (y, quizá por ello), dejará honda huella en el lector que se aproxime por vez primera a la obra del autor gallego porque quien ya la conozca solo podrá corroborar que no ha perdido un ápice de su habilidad para trenzar historias y, digámoslo claro, incomodar a quien las lea.

LA PENA Y LA NADA BAJO UN CIELO COLOR CARAMELO, Por Darío Vilas, Narrativas Oblícuas, 2019, Francia

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