Miguel Rubio Artiaga

The Mountain (1933)-Emily Carr
Mi padre era como una montaña.
Aguantó los huracanes del látigo
y los temblores del miedo,
con la resignación temprana
del joven gorrión, sabedor,
que nunca será águila.
Mi padre, era como una montaña
sin árboles de colores,
sin vistosas flores de almendros.
Pero en sus laderas,
crecían libres, la ruda,
la hierbaoliva, tomillos y romeros.
Mi padre, era una montaña
con todo su trozo de cielo
del que parecía manar un torrente
de quejas en silencio.
Mi padre, como la montaña,
firme, callado y quieto.
Siempre como esperándote
con mirada seria, severo.
Siempre como esperándote,
con los brazos abiertos.
No han sido tus palabras, padre,
ni tus posturas ni gestos,
ni el que pasaras una guerra,
lo que me daba más respeto.
Era ,como la montaña, padre,
tu firmeza y tu silencio.
A veces el silencio, la quietud y la mirada dejan más enseñanzas que mil palabras mal dichas, o mil actos honestos. A veces la quietud es sinónimo de espera, de paz y amor. Felicidades Miguel!!