¨Poesía Metal-Mecánica¨, una forma de sublevar a la masa

Miguel Rubio Artiaga

 

 

La grandeza de la poesía, para este humilde poeta, radica en la libertad que los versos muestran en su forma y mensaje: poder dibujar imágenes, usar continuas metáforas, hablar  como el granito o decir lo mismo convertido en vapor aromático…Así -y mucho más- es la grandeza de un solo y sencillo poema.

Fernando Morote, en su libro Poesía metal-mecánica (Ediciones Erradícame, 2017), exprime esa libertad hasta la última gota. Lo descarado, original,  irónico hasta el sarcasmo y lo cierto, es así porque le da la gana y lo dice mirándote a los ojos. “Yo transmito mis sentimientos así. ¿Algo que decir?”

 

Las formas derrotadas

Todo debe ser posible,
todo debe subyugarse al hombre,
con tal de que este
pueda decir lo que siente
y como lo siente.

 

En una galaxia donde hasta los antipoetas son grandes poetas, ¿quién tiene más derecho que el mismo autor a  decir si es poesía o no? Mal encaminado va el que crea que un poema es una serie de frases o una hilera de palabras más o menos bonitas puestas una debajo de otra. Dinosaurio de espíritu el que piense que poesía es sólo romanticismo, tan repetido que ya resulta cursi, empalagoso.

 

Los genios de cuello y corbata

No existen

 

Sin querer o queriendo, resulta un libro mucho más social de lo que aparenta. En sí mismo es un canto a la libertad. Un poema que es un aullido al aire, siendo suyo es de todos. Sin querer o queriendo, mientras más denuncia la situación de su país, desde tiranos a compatriotas manipulados, más se da cuenta uno que su corazón está hecho en gran medida de raíz y tierra peruana. Allí donde vaya ese corazón irá con él.

 

Los vestigios modernos del Imperio

Ningún peruano
—ninguno—
puede estar orgulloso
del Perú.
De este Perú.
Mira a tu alrededor.
¿Estás orgulloso?
Entonces mira hacia adentro.
¿Estás orgulloso?
Trata.

 

Dadaísta convencido (me perdonen todos los dioses del antiarte y el mismo Fernando), es heterodoxo al mismo movimiento. Hay algo más que lo que diga la ciencia o la religión. La única forma de acabar con la idiotez forzada de la masa es sublevar hasta los cimientos la mansedumbre y falta de alma que enarbola tantas veces el mundo artístico, en particular la literatura.

Expresó un gran representante del dadaísmo, Tristan Tzara:

Coja un periódico
Coja unas tijeras
Escoja en el periódico un artículo de la longitud que cuenta darle a su poema
Recorte el artículo
Recorte en seguida con cuidado cada una de las palabras que forman el artículo y métalas en una bolsa
Agítela suavemente
Ahora saque cada recorte uno tras otro
Copie concienzudamente
en el orden en que hayan salido de la bolsa
El poema se parecerá a usted
Y es usted un escritor infinitamente original y de una sensibilidad hechizante, aunque incomprendido del vulgo.

Fernando Morote y Poesía metal-mecánica…lo demuestran

 

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