Eric Urias Romero
Bendita mi musa, aunque ella me maldiga.
Sin cura
para esta limerencia,
este sentimiento inmarchitable,
me anclo a su orilla
sintiendo que ya no estoy,
el viento a mis espaldas,
las ráfagas me instigan,
me hago uno con ellas,
no hay rencor,
tampoco felicidad,
tan solo certeza.
—-
Escucha el audio aquí: