Germán Cáceres
En la introducción, que los autores titulan «A la búsqueda de la aventura perdida», se aclara que «…el pasado no está tan muerto como creemos», y Juan Sasturain, en una suerte de prólogo, indica que este trabajo de la dupla Saccomanno-Mandrafina es «una serie de variaciones a partir de la famosa pregunta retórica del veterano Ezra Winston (…): « ¿Está el pasado tan muerto como creemos?`». Protagonizan estos relatos Leo, un pibe fanático de las historietas, y Lutz, un librero de usados.
En «Padre e hijo», Mandrafina opta por una gráfica clásica, aunque sumamente estilizada por un realismo rudo, de trazos gruesos y potente belleza, con fuerte apoyatura en el negro pleno. Siempre surge un oportuno grisado para enriquecer las viñetas. Aquí, la protagonista es la guerra de Malvinas, a través de la cual Saccomanno propone un trágico episodio familiar.
«La culpa, esa piedra» exhibe una planificación excelente con numerosos primeros planos y planos detalle. Hay viñetas de dibujos casi oníricos que evocan al Alberto Breccia de Perramus. Notable el planteo visual de la pelea entre Lutz y un pesado en un boliche. Sacomanno logra una narración magistral, impregnada de melancolía.
«El libro del mal» trata sobre el «Necronomicón, oscuro y legendario libro escrito, según Howard Philip Lovecraft, por un árabe loco que tuvo un final trágico». El dibujante recurre al gris para proporcionar un clima de irrealidad a esta misteriosa y sugestiva aventura que viven Leo y Lutz (este afirma que “la inmortalidad no es buena para nadie”), pues surgen innumerables gatos dispuestos a atacar y desaparece una casa donde se encontraba el mítico texto (que “contiene las leyes de los muertos”) nombrado en Los mitos del Cthulhu, de Lovecraft. La historieta está dedicada a este escritor norteamericano y al dibujante Alberto Breccia, y su relato atrapante despliega diálogos espléndidos («Tierra dura, la memoria, hay piedras en el fondo…») y citas literarias de relatos como «El color que cayó del cielo», incluido en esos mitos. Un joven Lutz acude a Borges -cuando era director de la Biblioteca Nacional- y este le dice: «…tal vez usted sueña que visita a Borges y lo consulta acerca del libro del árabe loco». Los cuadritos adquieren un sesgo plástico y aunque Leopoldo: El libro del mal y otras historias, según sus creadores es un homenaje al guionista Carlos Trillo, no puede dejar de evocarse en ciertos tramos el clima de Parque Chas, de Barreiro-Risso.
En un poético giro borgeno, Leo y Lutz se preguntan si sus vivencias no son acaso un sueño de otro, y un salto temporal los conduce a un antológico encuentro con Lovecraft en su vivienda de Providence, Estados Unidos.
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“Leopoldo: el libro del mal y otras historias”, de Guillermo Saccomanno (Guión) y Domingo Mandrafina (Dibujo) (Fierro Nº 111/Edición especial, Buenos Aires, 2016, 74 páginas)