La historieta: Literatura dibujada

Irma Verolín

Caceres Massaroli

Si consideramos que el origen del arte se remonta a esa imágenes rudimentarias en las cuevas donde el contorno de un animal se encuentra muy cerca de una mano: conjuro, representación de un deseo primordial, convoca a la  caza del animal que era, en ese período anterior al surgimiento de la agricultura, la base de la supervivencia humana y que en el plano personal el dibujo es la representación básica anterior a la palabra con que nos expresamos siendo niños, entonces la historieta,  marcadamente apoyada en el dibujo,  nos vincula con una experiencia entrañable. Sin duda la historieta nos acerca  en cierta forma a lo más originario, a lo fundacional de nuestra vida al tiempo que nos hace retornar a la infancia. Estupendas perspectivas ha tenido un arte que al igual que el tango, el vals, la opereta viene de los márgenes, de la periferia y que ha llegado a convertirse en una manifestación inequívoca de la modernidad. La historieta en tanto noveno arte y  su vinculación con otras disciplinas fueron el eje del encuentro en el ciclo “Interrelaciones” que  el último jueves de  cada mes se realiza en la sede de Artistas Premiados Argentinos en la ciudad de Buenos Aires. La idea matriz que inspiró la creación de este ciclo  es la de que    casi todas  las artes en este siglo, quizá definido como  de  post-vanguardia, se nutren unas de otras, se yuxtaponen, borran sus límites, se mixturan, se alimentan mutuamente enriqueciendo la tradición y ofreciendo nuevas propuestas. Los invitados,  el historietista José Massaroli y el escritor Germán Cáceres presentaron dos miradas desde experiencias distintas abriendo un camino para que el público profundizara en este rico género que integra cine, plástica y literatura y la palabra desnuda que es la materia de la ficción literaria. La combinación de un escritor de ficción y ensayista como es Cáceres y la del historietista Massaroli no fue azarosa, en tanto Cáceres ha indagado en la historieta reflexivamente, ha entrevistado a realizadores del género y él mismo es autor de guiones que fueron dibujados. Entre el público asistente al evento se reportaron historietistas, guionistas y también escritores de ficción en su mayoría.

4Partiendo de la afirmación de Oscar Masotta que define a la historieta como “literatura dibujada”, los artistas invitados dieron a conocer su visión. Cáceres leyó una definición de uno de sus libros en la que se detallan, además de los elementos que componen la historieta, la presencia de elipsis y el aporte de la imaginación de quien la lee y destacó palabras de Art Spiegelman, a quien Cáceres entrevistó en Estados Unidos, que subraya el hecho de  que el lector imagina lo que ocurre entre cuadrito y cuadrito. Nos acercó también otra definición del argentino Lucho Olivera que resume la historieta con brevedad: “Cine congelado y portátil”. Massaroli suma su experiencia con la obra Spiegelman a quien conoció cuando visitó la Argentina en  el evento de Comicópolis donde ambos participaron, relata la significación de algunos de los trabajos de este autor y cita su  mirada sobre Auschwitz en “Maus”, donde  las víctimas del Holocausto son representadas como ratoncitos y los nazis como gatos feroces. Luego mencionó la charla que Spiegelman dio en la Argentina cuyo tema fueron las historietas sin palabras, mediante este tipo de recursos el arte de la historieta se acerca más fuertemente a la plástica.

19Se habló del uso de la historieta en la actualidad, como recurso previo en la realización de películas que facilita el trabajo del director para  futuras tomas, el dibujante realiza escena por escena, esta técnica llamada  “Storybord” ya ha sido empleada en la Argentina. Un dato de color fue la mención de la figura de Federico Fellini, quien comenzó como historietista antes de abocarse de lleno al séptimo arte. Quedó establecido a través de la charla que la vinculación de la historieta con la literatura es sumamente estrecha, ya que grandes obras de la literatura fueron llevadas al género, se citó la obra de Dino Buzzati, Ray Bradbury y la más reciente basada en la obra “Las moradas” de Santa Teresa de Jesús, incluidos Kafka y “La divina comedia”, de Dante Alighieri,  entre otras. El mismo Massaroli ha partido de obras reconocidas de la literatura, especialmente argentina, para  traducirlas en imagen como es el caso de “Orquídeo Maidana” inspirada en el personaje de  Jacinto Chiclana,  un  clásico poema de Jorge Luis Borges que fue musicalizado en ritmo de milonga.

Massaroli, que sostiene enfáticamente que la historieta es una rama de la literatura, puesto que  la historieta se ocupa de contar una historia, es un hecho narrativo, ha publicado un libro sobre Juan Moreira  y relató su sorpresa al encontrar en un número de  la legendaria revista argentina “Caras y Caretas” de 1899 una adaptación de esta misma obra sobre el gaucho argentino que fue recreado por Eduardo Gutiérrez, único antecedente hallado hasta el momento llevado a la historieta además de la obra de Massaroli.  Entre los libros de ensayos de Germán Cáceres es necesario  mencionar su “Charlando con Superman”, el célebre personaje de historieta llevado posteriormente al cine y la televisión.

28Otro de los autores citados, como autor referencial para ambos invitados, fue Hugo Pratt, un italiano radicado en la Argentina, figura insoslayable que llamó a la historieta “literatura del ferrocarril” porque  era leída camino al trabajo y de regreso a la casa, según nos informó Cáceres, lo mismo que  Héctor Germán Oesterheld,  el autor de “El eternauta”, obra importantísima que no pudo ser obviada. Y también  el norteamericano Alex Raimond.

El amplio margen de líneas estéticas que abarca el género de la historieta se deslizó inevitablemente en la charla. La obra de Massaroli evidencia una rica variación según los diferentes temas. Cada una de estas obras fue reseñada en su oportunidad por Cáceres. Se habló también de las  diversas formas de trabajo  que ha ido variando en distintas épocas y décadas, Massaroli recordó aquellos años en los que guionistas y dibujantes se conocían personalmente y desarrollaban cálidas relaciones antes de la intervención decisiva de Internet,  que estableció un modo más individualista de trabajo;  sin  duda  aquella fue una etapa más bohemia.

La historieta ha ido pasando por etapas de auge y de declinación con respecto a la aceptación del público. Se enfatizó el período que va desde 1940 hasta la década de los ochenta en la Argentina como muy  pródigo en la divulgación y consumo del género. Luego se produjo una declinación y posteriormente  un repunte a partir de 2001.  La influencia de la televisión ha sido un hecho determinante,  los dos autores estuvieron de acuerdo en que en la actualidad las historias no se buscan en los libros sino en las series de televisión. Consideraron que el público de la historieta hoy es minoritario con respecto al de otros momentos, fenómeno que  es común a varias artes.

Massaroli comentó el creciente interés de gente que colecciona publicaciones de historietas antiguas. Existe un mercado en auge en la Argentina, en Estados Unidos también, aunque los precios desde ya son muy  diferentes.

La segunda parte del encuentro se centró en las experiencias concretas de trabajo de cada uno de los dos invitados, sus inicios, formación, trayectoria, intereses, anécdotas, experiencias, su idea de lector y sus futuros proyectos. La reunión se cerró con la lectura de un cuento por parte de Cáceres y el relato de imágenes y lecturas de los globitos de una historieta realizada por Massaroli.

Además de charla, el público tuvo acceso a la obra del artista plástico argentino José Luis Macchione, que puede apreciarse en segundo plano en las fotografías que acompañan esta nota.

Algunos aspectos quedaron fuera del diálogo, como la importancia de la historieta en la escuela y su relación con el humor o con las nuevas tecnologías, por citar algunos que podrían ser abordados en futuros encuentros de este género que se sigue mostrando originalidad y creatividad.

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2015 mayo 1 (6)Irma Verolín  ha publicado : «Hay una nena que gira», «La escalera del  patio gris»,  “Una luz que encandila”  “Una foto de Einstein tocando el violín”,»El puño del tiempo» y «El camino de los viajeros».  Y  también una serie de títulos en literatura infantil. Obtuvo diversas distinciones entre las que se destacan el Premio Fondo Nacional de las Artes, Beca a la creación artística del Fondo Nacional de las Artes, Premio Emecé 1993-94,  Primer premio de Encuentro de Escritores patagónicos, Primer Premio Municipal de la ciudad de Buenos Aires Eduardo Mallea,  primer Premio internacional “Horacio Silvestre Quiroga”, Primer premio Nacional Macedonio Fernández,  Primer Premio Internacional de Puerto Rico, Primer Premio  Internacional de Novela Mercosur. Tres de sus novelas fueron finalistas en los premios Fortabat, La Nación de Novela, Planeta de Argentina y  Clarín. Algunos de sus relatos fueron traducidos al inglés y alemán. Es autora de ensayos literarios y de trabajos sobre  expansión de la conciencia y calidad de vida.  En poesía publicó “De madrugada” en Ediciones del Dock y “Los días”, editorial de la Fundación Victoria Ocampo, primer premio “Horacio Armani 2014”  otorgado por la misma fundación. Coordina el ciclo “Interrelaciones” en Artistas premiados argentinos.

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Irma Verolín II

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