Lala González

De Hemelse en Aardse Liefde (1850)-Ary Scheffer
han de ser las gardenias en mi sudor las que te invoquen
las que te convoquen en cada temblor que te ata a mi sagrario
serán esos recuerdos que tanto niegas
nostalgias que en tu cuerpo se convierten en fuego
abraso del infierno que muerde tus dedos
al nombrar cada milímetro de mi cuerpo
en tu cuerpo
voy a guardar en mi piel esos instantes que ocultas en tus líneas
aquellos que vives en el vientre que no es mío
mientras es en mi ombligo donde quieres verterte
cobardía tras cobardía en tu espalda
al negar frente al espejo
que también mueres por mi alma
he de arrastrar estas cadenas que me condenan a tu sombra
llanto y quebranto y melancolía
pasión y clamor y pecado
soy el espejismo al que escondes en tu pecho
y sólo me evocas cuando me sufres en tus sueños
entonces me río
sentada al borde de este puente
me río al verte en la odisea que has escogido
pues tarde que temprano
te lanzarás a mi abismo
