Lala González

The Seed of Revolution (1928)-Robert Spencer
Esta es la maldición que llevo pintada en mi cuerpo
estigma que ni con lejía me puedo borrar del cuero
es una mancha de hierro que traspasa mi carne negra
mordida de espectros que emergen del abismo de esa tierra ajena
Ya no entiendo este sentir que carcome mi vientre seco
no sé si es dolor, vergüenza o desenfreno
sinembargo una certeza me encadena a la miseria
y es saberme esclava de esa pecosa cruenta ramera
Mas aún más fuerte es la decepción que me somete a este infierno
al ver que seguimos de rodillas ante el yugo del imperio
decimos ser los más jodones en las guerrillas
pero a la hora de la verdad
nos escondemos tras las urnas
eligiendo a los mismos reyes de pacotilla
Esta mañana estoy que si me pellizcan
cicuta brota desde mis poros
al ver que no hay respeto ni quien lo ponga
a esos malditos de la gran turba
fueron capaces de sumar la nuestra con las cincuenta otras
y tapar los puentes con esa osadía tan vergonzosa
Ya no respetan lo que de identidad aún nos queda
queriéndonos empujar una bandera ajena por las arterias
son tan absurdamente ciegos
por no decir idiotas
que no se percatan que la nuestra
no necesita del frío brillo de las otras
la nuestra es solo una
y brilla más que las cincuenta
todas juntas
Pero mire mi hermano
si es que me tengo que enojar
pues aún no he visto a ninguno de esos
los que dicen nuestra identidad defender y apoyar
dando gritos o alaridos
hasta hacer aparecer a los bandidos del imperio
malditos vendidos mal nacidos
Y mientras estas “nimiedades” las sigamos tolerando
como a la otredad
esos bastardos del gobierno
peores que el Judas del Cristo
seguirán pisoteando los derechos
que aún nos quedan en las manos
Ahora bien
espero que no lo tomen a mal
si hubiesen puesto la verdadera bandera nuestra
estoy bien segura
que otro hubiese sido el cantar
