Fernando Morote

Il cavaliere rosso (1913)-Carlo Carrá

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Su hermana lo contactó por videollamada y le mostró una caja llena de papeles amarillentos. Le informó que necesitaba deshacerse de ellos para iniciar la nueva decoración del segundo piso. En ese paquete olvidado yacían prácticamente dos manuscritos de libros que nunca fueron publicados. Cuando los recuperó, descubrió una persona que recordaba pero que no reconocía. Le sorprendió su audacia y desfachatez. La esencia de su razonamiento y el espíritu lúdico permanecían intactos. Pese a los años transcurridos, seguía identificándose como un esclavo de la libertad.

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