Relatos que sobrecogen el alma

Francisco José Segovia Ramos

 

 

 

Dice Fernando Martínez en el prólogo de este libro de relatos de José María Tamparillas que éste le sigue asustando cada vez que le envía un manuscrito o un relato de terror para que los lea y opine sobre ellos. No me extraña. Es más, la obra de este autor, es un exquisito exponente del terror patrio.

José María Tamparillas recoge en Carne de mi carne seis relatos de terror moderno. Y hablamos de “moderno”, en varios sentidos; porque son historias centradas en la contemporaneidad, en lo urbano, en lo cotidiano, nada que ver con mansiones encantadas, cementerios de criptas mohosas, o elementos heredados de la mejor tradición gótica y clásica; también su estilo es actual, ágil y certero, sin recursos estilísticos innecesarios (algo que envidiar y que, muchas veces, se echa de menos en la literatura de terror que se escribe actualmente).

Todos los relatos tienen un hilo conductor común, una causa que los une: provocar desasosiego en el lector, revolverle las tripas, causarle una quemazón en el alma.

Seis relatos que hay que leer despacio y con buena letra, la misma que usa con maestría José María Tamparillas. Así, sin ánimo de desvelar la trama, en “Bendición” nos encontramos con una historia que se desarrolla en unos astilleros un tanto peculiares, con unos obreros, y unos marineros, también bastante extraños, donde los giros de la trama nos van desarmando hasta llegar a un final impensado. “Carne de mi carne, sangre de mi carne” bebe de las fuentes clásicas en una trama que está entre el vampirismo y la posesión infernal, pero aportando elementos nuevos y un punto de vista totalmente inédito. “Mientras llueve en la ciudad” mezcla terror y thriller del bueno, en una historia que se desarrolla poco a poco, desmadejando sus elementos para llevarnos a un desenlace magnífico y sobrecogedor. “Mako” es, sencillamente, una obra maestra del relato de terror, que quedará grabada en la memoria de forma indeleble. “La vieja, muy vieja Betty”, y hasta donde llega el ansia de la juventud perdida y lo que algunos harían por conservarla… aunque siempre hay un castigo para cada pecador. Por último, La necesidad del dolor es una historia para poner los pelos de punta, y que deja un poso amargo en el lector, con sabor a terror y miedo.

Y es que, como bien dice Fernando Martínez, José María Tamparillas da miedo.

Carne de mi carne fue publicado por la Editorial Saco de Huesos en 2011.

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