Fernando Veglia
“El hombre tras el monstruo” es una novela de ciencia ficción ambientada en un futuro cercano y probable, en el año 2043. Japón resulta el escenario principal, aunque atraviesa, en ráfagas de violencia, vértigo e incertidumbre, la ciudad de Kioto, China, Mongolia, Rusia y mares gélidos hasta dar con el Polo Norte. Una prosa directa, agradable, capaz de sostener la tensión desde el inicio, encarna la voz de Matías Pérez y, llegando al final, da cuenta de sus actos.
Como bien menciona Eduardo Moreno Alarcón, en el prólogo, la novela hace guiños a los amantes de los clásicos de la ciencia ficción, destacando Frankenstein de Mary Shelley, y de las películas serie B como Godzilla.
El protagonista es un joven español, que viaja al lejano Japón buscando aventuras, conocer otra cultura, y halla el amor incondicional de Yusura, un trabajo en un restaurante para turistas y la monotonía que lo asfixia exigiéndole una vida más satisfactoria. Entonces, sucede, obtiene lo que desea trabajando para Kazuki, un científico de renombre internacional, colega de Yusura, aunque comprende tarde el precio a pagar: conocer al monstruo.
Las palabras de Mati, así lo llaman los orientales, retratan una ambientación lograda, las angustias que despierta la férrea rutina, la dicha del amor correspondido, el rechazo a las manipulaciones, el terror a la incertidumbre, el pesar del desengaño y la aceptación de lo inevitable.
Dotada de profundidad, “El hombre tras el monstruo”, coloca al lector ante cuestiones esenciales como el sentido de la existencia, de la felicidad. Ante cuestiones sociales como la manipulación gubernamental de los individuos, la información y la ciencia. Y, por supuesto, lo enfrenta al monstruo, impeliéndolo a identificarlo, a mirarse en un espejo de tinta y papel.
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