Buenas noches, Laurita

Alberto Ernesto Feldman

Beba

Sé por qué sonríes  durmiendo, chiquita;  es porque  te has dormido jugando conmigo.

Como antaño, me pediste que te haga “bollito”, ¿qué era eso?… me falló la memoria, pero me lo recordaste; llegaban los primeros fríos, era esta misma época del año, y al arroparte, te envolvía y te hacía rodar para un lado y para el otro, mientras te hacía cosquillas en la cintura. Te reías mucho, y cuando gritabas ¡basta papá!… te relajabas, cerrabas los ojos y te dormías serenamente.

Así casi todas las noches hasta que empezaste la primaria y yo me volví más viejo y más duro. Pasó mucho tiempo, ¡pero tan rápido!… a fin de mes te vas a vivir sola.

No fue sorpresa, lo habías anunciado: “Cuando me reciba y tenga un año en el trabajo, me voy”.

Hoy me pediste que te haga “bollito” y te dormiste con una sonrisa. Volviste a recrear tu niñez, y yo, a pegar con  plasticola  las hojas del almanaque.

Ya no tengo miedo de que crezcas. Si podés todavía jugar conmigo y dormirte con una sonrisa, no me angustiaré cada vez que Serrat, cantando,  pregunte: “¿Qué va a ser de ti,  lejos de casa, nena?”, serás vos misma.

Una respuesta a “Buenas noches, Laurita

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.