Francisco Segovia

El sexo es matemática pura. Números, fórmulas, ecuaciones ¿acaso no medimos el sexo por centímetros, o valoramos el tiempo que dura el acto sexual en minutos y el orgasmo en segundos? Lo habitual es que empecemos con números sencillos; 1 para masturbación, 2 para sexo en pareja, que puede convertirse en un 69 o en un 42 (dependiendo siempre del sexo y la imaginación de la otra persona), en un 3, o en un número variable, entiéndase, orgías desenfrenadas. El número 0 no existe salvo que el resultado del encuentro sea calamitoso. Después pasamos a los quebrados que es cuando no se pasa del primer orgasmo, o uno se queda a medias, o cada cual lo hace en distinto momento. Se pierde la unidad y para conservarla hay que sumar los dos orgasmos que no se produjeron simultáneamente. Las ecuaciones, lo más complicado, vienen cuando aparece el marido por la puerta del dormitorio, o tu novio se entera de que se la estás dando con su amigo de toda la vida. Entonces hay que despejar la incógnita X para salir del apuro sin problemas. Eso sí, como no se consiga hacerlo uno puede acabar con puntos en la cabeza y números negativos en sus relaciones de pareja. Cuestiones todas, como se ve, que son pura matemática.