la cocina está cerrada

José Pastor González






el friegaplatos al que le ha dejado su novia -la camarera- por el cocinero y que se siente abandonado engañado traicionado y se refugia/esconde en su habitación a atiborrarse de porno y cutty sark. el cocinero con 45 años y el hígado jodido que quiere que acabe ya de una puta vez la temporada de verano y estamos a 18 de julio. la camarera que bebe para olvidar y no llorar. el ayudante de mantenimiento de el camping levante que duerme/vive en el camping en una tienda de campaña de segunda mano. el repartidor de bebidas que trabaja diez once doce horas al día y al que se le ha jodido el aire acondicionado de la furgoneta y cuando hostias va a poder llevarla al taller. la limpiadora del hotel cosmos que empieza una nueva vida que quiere darse una segunda oportunidad y que tiene miedo a volver a fallar y que se arrepiente todos los días de lo que ha hecho y lo que no ha hecho. el conductor de autobús nocturno del buhobús que está cansado de los niñatos borrachos que se suben al autobús gritando vomitando peleándose magreándose … y que solo quiere llegar a casa para ver a su hija de tres meses y acurrucarse en el sofá con su mujer y ver series cualquier serie. el jornalero cogiendo tomates a 5 euros la hora y a 35 grados a las doce la mañana. el portero del hotel con insomnio crónico matando el tiempo y la vida a base de coca y partidas de pokerstars y que anoche perdió 250 euros. el djs a quien no contrata nadie. la familia que vive encima del pub éxtasis que ya no saben qué hacer para dormir para vivir y el ruido rebotando en las paredes en el corazón en la cabeza… hasta la locura. el mantero al que los municipales le están haciendo la vida imposible. la municipal al que le han descubierto un bulto en el pecho y mientras espera los resultados de la mamografía no puede evitar que le entre la zozobra y se esconde en los servicios a llorar. el jardinero de la urbanización paraíso que trabaja con un contrato de diez horas a la semana y que echa catorce quince dieciséis semanales y que por las noches es guardia de seguridad en la discoteca paraise y al que no le llega nunca por mucho que lo intenta a final de mes. el albañil que reza a un dios en que no cree para seguir creyendo que todo esto merece la pena.
así que sin prisas. y con cariño. que un mal día lo tiene cualquiera. y cada día que pasa estamos más cansados y cabreados. avisados estáis

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