Fernando Morote

Sobbalzi di un taxi (1911)-Carlo Carrá
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Me llega la invitación en una fina pieza de cartón acaramelado. Las letras brillan en alto relieve. El remitente es un viejo amigo de la infancia, pero el destinatario es mi mamá. ¿Perdón? ¿No era yo el que jugaba con él en el parque municipal? ¿No íbamos juntos a la playa en verano? ¿Acaso no nos escondíamos de los vecinos cuando rompíamos una ventana con la pelota? Si quiere asegurar mi presencia en su boda, me conformo con una llamada telefónica o un mensaje de texto. ¿Quién hace partes de matrimonio, solemnes y serios, para sus hermanos del alma? No iré, y punto.
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