Miguel Rubio Artiaga

The Seven Sacraments- Confession (1712)-Giuseppe Maria Crespi
Es un centro de información,
interrogatorio sacralizado
donde cambiar la conciencia
y volver a casa, agradecido
al ser oficialmente perdonado.
El cura es el juez, el fiscal,
el público del juicio,
el abogado y la ley divina
el verdugo y todo el jurado.
Con todos los permisos,
es el sofá del psicólogo,
la radiografía de psiquiatra,
la tranquilidad del psicópata
el descanso del asesino.
La bendición del maltratador,
para seguir maltratando.
Está por encima de las leyes,
de lo indigno e imperdonable,
la víctima es un daño colateral,
una muesca mas en la madera,
del secreto de confesionario.
La prueba de sus dones,
es la misma realidad
de que todos los genocidas,
han tenido respetados confesores.
Cuanta mentira en la Historia,
las dinastías y sus reyes bastardos,
silenciados magnicidios,
por cómplices callados, colaboradores,
por perdonar, implicados.
La información para tener poder,
que éste sea exclusivo,
la demostración, que son mas que hombres
solo deben dar cuentas a Dios
que para eso se hacen pasar por pastores
y sus confidentes el rebaño.
Su garrote es un crucifijo.
Un pederasta confesando niños,
un reprimido escuchando a ninfómanas.
Queda inaugurado el coto de caza.
¡Pero que mas da! ¡Hay confesionarios!
¡Quedarán perdonados por parecidas sotanas!
¡Je! Hay quienes creen que la confesión borra todo: asesinatos, corrupción, pedofilia ( si lo sabrán quienes confiesan) la perversión, el maltrato, el desquicio de abandonar (total confieso y perdonan) el uso y abuso de poder contra un pueblo que está a sus órdenes esclavizado.En fin, aún existen «fieles creyentes» que puedan llegar a conseguir la palabra de Dios, y para colmo: perdonar en su nombre. (Luego claro; siguen con sus vidas de maldades) Y los abogados, los que tienen el bolsillo de lagarto tienen un comentario aparte, no me alcanza el lugar jajajajaj
Las palabras del gran maestro de las palabras, Miguel Rubio Artiaga suenan y hace que sea una suave melodía.