José Pastor González

era inspiración
era locura
eran guitarras callejeras
eran alegrías y rock gitano
bulerías eléctricas y blues fronterizo
eran noches de invierno
que llovía a chaparrones…
y tanto polen
como hambre
ahora, treinta años después
escuchando a los nuevos flamenquitos
todo es pose y malas copias
marketing y ricos productores
ya no hay nada de aquella magia
de aquella poesía que alegraba el corazón…
y el hambre es muy distinta
ahora,
pasa la vida
y es mejor el silencio
Una respuesta a “Pata negra”