Miguel Rubio Artiaga

Water Nimphs (Silverfish)(1940)-Gustav Klimt
Creo en la Religión del Agua
incubadora de vida
al amancebarse con el Sol
y ser amante del aire.
Si hubo una vez un dios escultor
no modeló la arcilla,
su estatua estaba hecha
en el curso de un río
cerca de la orilla,
en la cresta de una ola
en mitad del destino
que le arrastra a una playa.
¡Una figura hecha de agua!
Somos hermanos de las nubes
de los arroyos, los lagos,
las estelas raudas de los torrentes
y en verdad nos suicidamos
con cada naufragio.
De puro ser agua
nos salen de dentro las lágrimas,
pequeños manantiales
que el dolor o la alegría
rompen las defensas puestas
y buscando contárselo al Mundo
se permiten liberarse.
¡Cuántas veces con llanto mudo!
Creo en la Religión del Agua
y su ceremonial de tormentas
cuando la lluvia se desata
liberando de su caja de guardar rabias
a relámpagos, rayos y truenos.
Temo su justicia implacable
cuando cerrando sus ojos calmos de espejo
ciega y terrible se abalanza
como una montaña rodante
que va dejando tras su paso furioso
el paisaje de un cementerio.
