¿Tiene relevancia saber si lo suicidaron o se asesinó?

Héctor Claudio Rosenblat

Nisman

«La pericia de búsqueda de restos de pólvora en las manos LAMENTABLEMENTE dio negativo»
Estuve viendo diversos programas noticiosos por la TV, algunos en canales de la corpo mala, malísima (Clarín y sus aliados), otros de las corpos buenas (grupos Indalo y Telefónica de España, entre otros) y todos coinciden en algo: son una mierda. Atenúa un poco esta calificación la TV Pública con una interesante recensión del perro Verbitsky en su noticiero de ayer, reiteración de su editorial del domingo en uno de los diarios oficiales. Y no mucho más.
La frase del epígrafe pertenece a la fiscal que interviene en la causa y contiene -además del error técnico lingüístico de llamar «pericia» a un peritaje- un acto fallido donde aflora su inconsciente: si hubiese restos de «pólvora» (en rigor, de los metales que hacen detonar la bala para que salga el proyectil), el asunto estaba sellado, dejaría de recibir las brutales presiones que se estilan en un caso semejante y el expediente caminaría derechito al archivo.
En las declaraciones, TODAS OPORTUNISTAS, y en los silencios de la casta política vernácula, se advierten sus intenciones sin disimulo. El matancero de los «cincosijo» (todos con conchabos en la Anses y con salarios de obispos) no aparece. Ayer lo vi al guapo Larroque, y su imagen y palabras trasuntaban que estaba más cagado que vaca en viaje por la ruta. L@ president@ salió a aprovechar la coyuntura para limpiarse de lo que Nisman supuestamente la iba a acusar. El hijo más potz del golpista dueño de La Opinión, también salió a decir que no hay que hablar.
Únicamente faltaba la estrella de la semana -como dije ayer, “artista exclusivo del grupo Clarín”- pero está muerto.
Hace unos años, cuando apareció ahorcado uno de los artífices del negocio entre el Banco de la Nación y una empresa de servicios informáticos con sede en Martínez (cuyas iniciales coinciden con las de Inmensa Bola de Mierda), un poco con sorna, un amigo sentenció que ese fulano se suicidó… y todos saben quién fue…
Pues bien, al enterarme hoy –recién hoy- que el suicidado del domingo era judío, empecé a sospechar algo, dado que la cultura infusa en un “ídale” (independientemente de que sea religioso o ateo) no le permite siquiera tatuarse, porque lo primordial es cuidar el cuerpo y la salud, a punto tal que, por tales motivos, puede pasarse por alto hasta el ayuno de Iom Kipur. Ahora, luego de leer la mentada declaración de la doctora Fein, las sospechas crecen en el sentido de que al Alberto lo suicidaron. No me atrevo a afirmar que haya sido alguien del gobierno, como pretenden hacernos creer los políticos de la inepta derecha opositora, ni que haya sido el Grupo Clarín, para quedarse con los derechos televisivos de sus reportajes al Narciso acusador.
En mi opinión, el asesino misterioso es el Gran Bonete.
Si en las causas de la embajada israelí y de la voladura de la Amia (que Verbitsky, en P/12 llama Daia) pasaron más de dos décadas y seguimos en pelotas como al principio, incluyendo la estelar participación encubridora de dos judíos (Beraja y Corach), imaginemos qué ocurrirá con esta causa. Anticipo mi parecer: nada. Fue un suicidio, como el de Cattáneo o el de M. M. García Belsunce y listo; el 15 de febrero empieza el campeonato de primera, por lo que olvidaremos rápidamente el episodio, que será refritado antes de las elecciones.
Un párrafo aparte merecen los mayores beneficiarios de la coyuntura sojera de los últimos 15 años. Muchos pequeñoburgueses salieron a la calle a golpear cacerolas y a vocear contra el gobierno que económicamente más los favoreció y que hasta sigue mirando hacia otro lado, considerándolos –falsamente- “monotributistas”. Luego, los políticos que los representan, verdaderamente “los representan”. Para completar el sainete falta que los banqueros, narcos de Nordelta y otros barrios cerrados, los hermanos de la villa 1-11-14 y otros que viven del delito, salgan a protestar por la falta de libertad y de seguridad, además de hacerlo contra la inflación y el cepo cambiario que les impide girar divisas al exterior.
No soy, como dice Dringue Farías en una película nacional (Juan que reía), “un testigo de la decadencia” ni un nostálgico de lo que nunca existió.
Sólo trato de mantenerme sobrio en este mar de vómitos de alcohólicos en el que vivo.
Un cálido y afectuoso abrazo a quienes puedan entenderme. Si no, saquen “cálido y afectuoso”.

2 Respuestas a “¿Tiene relevancia saber si lo suicidaron o se asesinó?

  1. Lúcido análisis. A los que no entiendan,… ni cálido ni afectuoso ni abrazo.

  2. «Nada»… Quisiera poder pensar y creer que no quedará en el olvido, como todo lo que ha quedado atrás, pero…

    Recibo lo de cálido y afectuoso.

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