por Vicente Luis Mora*
(publicado originalmente en Diario de Lecturas, el blog del autor)
Una forma de acercarse a la poesía española del siglo XX puede ser a través de dos novelas recientes: Balada de las noches bravas, de Jesús Ferrero (Siruela, Madrid, 2010) y Aire Nuestro, de Manuel Vilas (Alfaguara, Madrid, 2009). Entre las dos se cubre casi todo el espectro de la poesía del siglo. Vilas se encarga en su mayor parte de los poetas que se quedaron en España (Dámaso Alonso, Aleixandre) y de los que se fueron al exilio americano (Guillén –de quien se toma el título del libro-, Cernuda, Garfias, etc.), mientras que Ferrero se centra en los que se expatriaron a Europa (el recién desaparecido Carlos Edmundo de Ory, Valente, Costafreda). Ambas novelas no pueden ser más distintas en todo lo demás. La de Ferrero, siguiendo su coherente línea narrativa, es una obra parcialmente autobiográfica que descansa en un tardomodernismo bien entendido, con momentos de gran brillantez y los alardes de erudición exótica que son una de sus características desde Bélver Yin (1981), mientras que Vilas se centra en una descacharrante autoficción posmoderna que continúa sus libros anteriores, sobre todo España (2008), del que puede considerarse una especie de continuación. Lo único que diría que tienen en común estos dos libros, amén de notable calidad literaria y de utilizar experiencias propias de los autores, es precisamente su admiración y respeto por la poesía de nuestro país, de la que constituyen un curioso testimonio histórico. No hay que elegir, les recomiendo las dos.
*Vicente Luis Mora es nuestro crítico de cabecera. Premio Extaordinario de Doctorado por su tesis, confirma día a día por qué se le considera el crítico imprescindible de los próximos años. Como autor desarrolla una carrera intensa e innovadora, con títulos como Circular 07. Las afueras (Berenice, 2007) y Alba Cromm (Seix-Barral, 2010), su aplaudida última novela.
