Luis Beiro Álvarez

Esta no es mi escuela.
Su fachada
ha cambiado de color.
Sus ventanales lucen cartones empolvados,
llenos de orificios
donde viven insectos
de pasadas epopeyas
que no saben morir.
Sobre el asta
donde una vez colgaba
un pedazo de tela como insignia
de un retorno imposible,
hoy ondea otra utopía
con palabras desahuciadas,
que cambian sueños por alhajas.
Ya no suena el campanario,
las muchachas me viran el rostro,
y no llevan faldas cortas,
los viejos uniformes
ya no existen
al igual que mis libros y mascotas enrollados
en el bolsillo trasero de mi pantalón;
tampoco mis besos platónicos,
ni el escondite bajo la escalera
para escapar a la hora del recreo
en busca de una ciudad perdida.
Todo es irreal.
El patio para las horas de recreo
ahora forma parte de un ritual extemporáneo
un sitial de mala muerte,
con mirada atroz.
Mi desastroso expediente académico
se perdió dentro de un pañuelo mágico.
Nadie me espera a la salida de clases,
tampoco siento el rumor de mi cabello frente al mal.
Mi escuela está lejos,
allá donde el tiempo arremolina una esperanza fatal.
No sé si vuelva a posarme en sus ladrillos
ni a formar filas
con alas de perdiz,
y la mente buscando el momento de escapar
y ser distinto.
Esta no es mi escuela.
Aquella, a su manera,
solía cantar y ser feliz.
—
Luis Beiro Álvarez (La Habana, Cuba, 1950) es Licenciado en Derecho por la Universidad de La Habana. Desde hace 22 años trabaja como Editor de Cultura y Suplementos en el periódico Listín Diario, en República Dominicana. Algunas de sus obras son: «Oscar Torres, el cine con mirada universal» (2019, Archivo General de la Nación), el libro de relatos «Un libro para Yoko Ono» (2022), la novela «Los elegidos de Miranda» (2014) y el poemario «Jugar a Dios» (2014). En el 2000 recibió el premio «Caonabo de Oro» que otorga la Asociación de Escritores Dominicanos por su trayectoria y en 2023 la Asociación de Cronistas de Arte de la República Dominicatana (ACROARTE), lo distinguió con el Premio a la Excelencia.
